Del kung-fu shaolin al tode okinawense

El origen de las artes marciales chinas se remonta a la necesidad en la antigua China de autodefensa, métodos de caza y preparación militar. La educación de los antiguos soldados de esa civilización fue crítica en la lucha cuerpo a cuerpo y el ejercicio de las armas. Se presume se originaron durante la legendaria Dinastía Xia hace más de 4,000 años, alrededor de 2,698 a.C. cuando Huángdì (黃帝), el Emperador Amarillo, introdujo los primeros sistemas de combate en su imperio, tras haber escrito largos tratados sobre artes marciales incluso antes de convertirse en el líder de China, cuando aún era tan solo un general. Uno de los más férreos rivales de dicho emperador fue Chi You (蚩尤), un líder de la tribu Nine Li (九黎) y a quien se le atribuye ser el creador del Jǐao Dǐ (角抵), un estilo predecesor del Jiǎo Lì (角力) y, posteriormente, del arte moderno de la lucha china Shuāi Jiāo (摔跤).

Fotos 1 y 2 cortesía: Izquierda, Weekinchina.com, Huángdì era un líder chino también conocido como el Emperador Amarillo. / Derecha: Hmongabc.com, Chiyou era un líder tribal de la tribu Nine Li en la antigua China.

Sin embargo, el pugilismo chino se puede remontar de manera confiable a la Dinastía Zhōu, 1122-255 a.C., con referencias bibliográficas en documentos como los “Anales de primavera y otoño” (春秋) siglo V a.C., uno de los más antiguos textos históricos chinos, atribuidos tradicionalmente a Confucio, en donde se habla de exhibiciones de tiro con arco, esgrima y lucha libre entre la nobleza, también se menciona un estilo de combate cuerpo a cuerpo que integra nociones de técnicas «duras» y «suaves». Además, independientemente de la guerra que se llevaba a cabo de acuerdo con la caballería confuciana, el período de los Reinos Combatientes se volvió tan sanguinario que requirió que la gente común se convirtiese en experta en tácticas de lucha o defensa personal, ya que esa era la norma de aquellos tiempos turbulentos.

Foto 3 cortesía: Wiki Commons, Mapa de China, durante el Período de los Reinos Combatientes alrededor del 250 a.C.

Adicionalmente, el sistema de lucha de combate llamado Jiǎo Lì (角力) se menciona en el «Clásico de los Ritos» (禮記), dicho sistema incluía técnicas como golpes, lanzamientos, manipulación de articulaciones y ataques a puntos vitales.

Foto 4 cortesía: Wiki Commons, La práctica de Shuāi Jiāo en la Dinastía Zhōu se registró en el Clásico de los Ritos.

A lo largo de la Dinastía Qin, 221–207 a.C., el Jǐao Dǐ se convirtió en una competición deportiva; no obstante, el «Libro de Han» (漢書), 206 a.C. – 8 d.C., informa sobre una clara distinción entre el combate sin armas y sin restricciones llamado Shǒubó (手搏), para el cual ya se habían escrito manuales de entrenamiento, y la lucha deportiva, para entonces conocida como Jiǎo Lì (角力).

Foto 5 cortesía: Wiki Commons, Seis maestros de Shuāi Jiāo en Tianjin, 1930. De izquierda a derecha: Zhāng Liánchéng (张连成), Zhāng Hóngyù (张鸿玉), Wáng Wénhǎi (王文海), Shǐ Ēnfù (史恩富), Mǎ Wénpíng (马文平) y Wáng Hǎizhēng (王海烝).

Las artes marciales hindúes pueden haber emigrado a China a principios del siglo V o VI de la era moderna a través de la difusión del budismo, y de ese modo habrían inspirado al Kung-fu Shaolin. De hecho, elementos en la mitología hindú, como el Nāga (नाग), Rākṣasa (राक्षस) y Yakṣa (यक्ष) fueron traducidos como protectores del Dharma; estos seres legendarios de las religiones dhármicas son populares en el Shàolínquán (少林拳), y también figuran en el movimiento y las técnicas de combate de las artes marciales chinas. Se sabe que diferentes estilos de Kung-fu contienen movimientos idénticos a las posiciones de las manos Mudrā (मुद्रा) utilizadas en el hinduismo y el budismo, ambos provenientes de la India. Del mismo modo, algunos creen que los 108 puntos de presión en las artes marciales chinas se basan en los puntos marmam de Varma Kalai (मर्म विद्य).

Foto 6 cortesía: Wiki Commons, pergamino japonés del siglo XII que muestra diferentes posiciones de mano Mudrā.

En el año 495 d.C., se construyó un Templo Shaolin entre las montañas Song en la provincia de Henan, y el primer monje hindú que predicó el budismo allí fue Buddhabhadra (佛陀跋陀罗), llamado simplemente Bátuó (跋陀) por los chinos. Hay registros históricos que dicen que los primeros discípulos chinos de Bátuó, Huìguāng (慧光) y Sēng Chóu (僧稠) eran expertos en las artes marciales años antes de la llegada de Bodhidharma, probablemente en disciplinas como las anteriormente mencionadas, Jiǎo Lì (角力) y/o Shǒubó (手 搏), ambas siglos anteriores al establecimiento del monasterio.

Fotos 7 y 8 cortesía: Shaolin.org.cn, Izquierda, Huìguāng (487-536) nació en Dingzhou, provincia de Hebei, con el apellido secular de Yang. Fue a Luoyang con su padre a los trece años, luego estudió budismo con Bátuó, y recibió la tonsura en el Templo Shaolin. / Derecha, Sēng Chóu nació en Julu, provincia de Hebei, y es conocido como un maestro eminente durante el período entre la Dinastía Wei del Norte (386-534 DC) y la Dinastía Qi del Norte (550-557 DC). Fue admitido por Bátuó como discípulo y logró un dominio avanzado en la práctica Theravada.

Además, el descubrimiento de escondites de armas en los monasterios de Cháng’ān (長安) durante las incursiones del gobierno en 446 d.C. sugiere que los monjes practicaban artes marciales antes del establecimiento del Templo. Después de Buddhabadra, se cree que el monje Bodhidharma (菩提达摩), descrito como asiático central o hindú, y simplemente llamado Damo (达摩) por los chinos, llegó al Templo Shaolin alrededor del año 527 d.C. y que su discípulo chino, Huike (慧可), también estaba altamente capacitado en artes marciales. Es probable, dado la época y la formación, que estos tres primeros monjes Shaolin, Huìguāng, Sēng Chóu y Huike, hayan sido militares antes de entrar en la vida monástica.

Algunos historiadores consideran a Bodhidharma como el fundador del Kung-fu Shaolin y el primer patriarca del budismo chino. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la idea de la influencia de Bodhidharma se basa en el manual Qìgōng (气功), Yìjīn Jīng (易筋经), transcrito por un taoísta con el seudónimo de «Hombre de camino púrpura de la coagulación» en 1624, que afirmó haberlo encontrado. Pero, desde la Dinastía Qing según algunos literatos y el erudito Ling Tinkang (1757-1809), quien describió al autor como un «ignorante maestro de pueblo», el trabajo en sí mismo está lleno de errores anacrónicos e incluso incluye un personaje popular de la ficción china, Qiuran Ke (虬髯客), como un maestro entre el linaje.

Por otro lado, el general Ming, Qī Jìguāng (戚繼光) incluyó una descripción de Shàolínquán (少林拳), en su libro «Jì Xiào Xīn Shū» (紀效新書) escrito durante las décadas de 1560 y 1580, el título puede traducirse como «Nuevo Tratado sobre Eficiencia Militar». Cuando este libro se propagó por el Este de Asia, tuvo una gran influencia en el desarrollo de las artes marciales en regiones como Okinawa.

Foto 9 cortesía: Wiki Commons, Técnicas de lucha sin armas se muestran en el manual Jì Xiào Xīn Shū.

Sea cual fuere la verdadera historia, es un hecho que los monjes del Templo Shaolin se convirtieron en famosos guerreros, y el Kung-fu Shaolin pasó a ser considerado como una de las primeras artes marciales chinas en institucionalizarse. No sería para nada una sorpresa ya que los monasterios chinos eran propiedades llenas de riquezas que necesitaban protección, misma que debía ser suministrada por los monasterios. Durante los siglos siguientes, los monjes continuaron practicando artes marciales pues dicha práctica se convirtió en un elemento integral de la vida monástica Shaolin.

Foto 10 cortesía: Seemallorca.com, Espectáculo de monjes Shaolin en el Auditorio de Palma en Palma de Mallorca, España.

La mayoría de los estilos de lucha que se practican actualmente como artes marciales chinas tradicionales alcanzaron su popularidad en el siglo XX debido a los cambios dramáticos que tuvieron lugar dentro de la sociedad china. Algunos de estos incluyen: Bāguà Zhǎng (八卦掌), Drunken Boxing/Zuì Quán (醉拳), Eagle Claw/Yīng Zhǎo Pài (鷹爪派), Five Animals/Wǔ Xíng (五形), Xìng Yì Quán (形意拳), Hung Ga (洪家), Monkey/Hóu-Quán (猴拳), Bái Méi (白眉), Northern Praying Mantis/Tánglángquán (螳螂拳), Southern Praying Mantis/Nán Pài Tángláng (南派螳螂), Fujian White Crane/Bái Hè Quán (白鶴拳), Jow Ga (周家), Wing Chun (詠春) y Tàijí Quán (太極拳).

Foto 11 cortesía: Wiki Commons, Ilustración del estilo de Kung-Fu Grulla Blanca de Fujian.

Existe evidencia de que las artes marciales Shaolin se introdujeron en Japón desde el siglo XVIII, como es el caso, por ejemplo, del Okinawan Shōrin-Ryū (少林流), una de las principales artes marciales modernas de Okinawa, así como uno de los estilos más antiguos de karate. Este estilo, que combina elementos de lucha tradicionales del Shuri-Te (首里手), fue fundado y nombrado por Chōshin Chibana (知花朝信) quien fue un estudiante destacado de Ankō Itosu (糸洲安恒), quien a su vez fue también el mejor alumno de Matsumura Sōkon (松村宗棍). Es cierto que los caracteres (少林), significan «pequeño» y «bosque» respectivamente y se pronuncian «Shōrin» en japonés, pero también se usan en chino y japonés para decir Shaolin, mientras que el carácter «Ryū» (流) significa «escuela» o «estilo», en otras palabras, se traduciría como «Escuela Shaolin».

Fotos 12 y 13 cortesía: Wiki Commons, Izquierda, Chōshin Chibana, fundador del Okinawa Shōrin-Ryū Karate. / Derecha, Dōshin Sō fundador del Karate Shōrin-ji Kempō japonés.

Otro ejemplo es el Shōrin-ji Kempō (少林寺拳法), un arte marcial japonés considerado como una versión modificada del Kung-Fu Shaolin, que fue establecido en 1947 por Dōshin Sō (宗道臣), un artista marcial y ex agente de inteligencia militar japonés que vivió en China durante muchos años antes y durante la Segunda Guerra Mundial. El nombre Shōrin-ji Kempō es la lectura japonesa de Shàolín Quánfǎ, que se podría traducir como «Método del Puño del Templo Shaolin». Cómo los ejemplos anteriormente nombrados, también se pueden ver otras similitudes en los manuales de artes marciales chinos y japoneses que tienen siglos de antigüedad, como el Wǔbèi Zhì, conocido en el mundo del karate como Bubishi (武備志), y cuyo origen ostenta diez diferentes teorías.

De acuerdo con el libro «Bubishi, La Biblia del Karate» del autor Patrick McCarthy, existen cuatro teorías para explicar el desarrollo del karate. La primera afirma que las tradiciones de lucha sin armas fueron desarrolladas por campesinos; la segunda, que las artes de lucha de Okinawa recibieron la influencia, en primer lugar, de las artes chinas que fueron enseñadas por las llamadas «Treinta y seis Familias» de inmigrantes chinos que se asentaron en el pueblo de Kume en el siglo XIV; la tercera teoría se relaciona con la prohibición de armas de 1507 ordenada por el rey Shō Shin (尚眞), quien llego al poder en 1477 como tercero de la línea de la Segunda Dinastía Shō, que condujo a que los propietarios de tierras se vieran en la necesidad de establecer medios eficaces para defenderse a sí mismos y sus propiedades con artes como el Tō-te y el Ryūkyū Kobudō (琉球古武道) que continuaron siendo enseñados en secreto; la cuarta teoría afirma que las artes fueron desarrolladas, en primer lugar, por personas encargadas de la seguridad doméstica y el mantenimiento de la ley, a los cuales no se les permitía llevar armas después de la invasión de Okinawa por el clan Satsuma del Japón en 1609, que en la historia local se conoce como “la primera tragedia”, y que fue posible debido a que la prohibición de 1507 se extendió hasta entonces y, al ser un pueblo pacifista, influido por el budismo, fueron fácilmente invadidos.

Foto 14 cortesía: Google Maps, Mapa de Asia Oriental, donde se puede ver Okinawa en relación con Japón y China.

Es así que se cree muy posible que los okinawenses combinaran las artes marciales chinas con las variantes locales existentes para formar el Tōde/Tō-te (唐手, Tuudii, Mano Tang, Mano China), también llamada Okinawa-Te (沖縄手, Uchinaa-dii, Mano de Okinawa); tradicionalmente las artes marciales de Okinawa se conocían como Te y/o Tii/Dii (手) en japonés y okinawense, lo que se traduce como «mano». Estos estilos de «mano vacía», debido a las prohibiciones, se habrían desarrollado en conjunto con el Kobudō (古武道), que utiliza instrumentos domésticos y agrícolas comunes como armamento. Es importante anotar que inicialmente el Te y el Kobudō se entrenaban siempre en conjunto y de manera complementaria.

Para el siglo XVIII, se habrían desarrollado diferentes tipos de Te en tres pueblos diferentes: Shuri, Naha y Tomari, cuyos estilos se llamaban Shuri-Te (首里手, Okinawense/Uchinaaguchi: Suidii), Naha-Te (那覇手, Okinawense/Uchinaaguchi: Naafa-dii) y Tomari-Te (泊手, Okinawense/Uchinaaguchi: Tumai-dii), respectivamente. Así pues, hasta bien entrado el siglo XX, para distinguir entre los diversos tipos de Te, la palabra a menudo estaba precedida por su área de origen; sin embargo, todas ellas pertenecían a la familia de artes marciales que se definieron colectivamente como Tōde-jutsu (唐手術) o Tōde/Tō-te (唐手).

Foto 15 cortesía: Wiki Commons, entrenamiento de Karate con el Sensei Shinpan Gusukuma en el Castillo Shuri, alrededor de 1938, Prefectura de Okinawa, Japón.

Definitivamente el siglo XIX fue un período decisivo, ya que se puede considerar como la época de origen de la mayoría de las escuelas de artes marciales de origen asiático-oriental practicadas hoy. Se crearon nuevos enfoques e ideas sobre las artes marciales que eran distintos y diferentes a lo que hasta entonces se enseñaba, especialmente bajo la influencia del creciente nacionalismo en la región, que consideraba que las respectivas tradiciones de las artes marciales formaban parte de la herencia del país, por ende, había que pulirlas hasta su forma más pura, y así, poder ser exhibidas. Como resultado, las artes marciales modernas de China y Japón son en su mayor parte el producto de los gobiernos nacionalistas en el poder durante las décadas de 1920 y 1930. En muchos países, las artes locales como el Te (手) en Okinawa y Jūjutsu (柔術) en Japón, se mezclaron con otras artes marciales y evolucionaron para producir algunas de las artes marciales más conocidas a fines del siglo XIX y XX como el karate (空手), que se empezó a enseñar sistemáticamente en Japón en el año de 1926 después de la era Taishō (大正).

9 comentarios sobre “Del kung-fu shaolin al tode okinawense

Deja un comentario